Un informe de la OMS alerta sobre la resistencia a los antibióticos.
La organización afirma que el mundo está abocado a una "era posantibiótica" en la que las infecciones comunes y lesiones menores, que han sido tratables durante decenios, volverán a ser potencialmente mortales.
Un informe global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló una alta resistencia a los antibióticos, una realidad que puede afectar a cualquier persona en cualquier país y que "ya es una gran amenaza para la salud pública".
"En ausencia de medidas urgentes y coordinadas por parte de muchos interesados directos, el mundo está abocado a una era posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales", dijo Keiji Fukuda, subdirector general de la OMS para Seguridad Sanitaria.
La resistencia se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan como tratamiento para las infecciones.
"Los antibióticos eficaces han sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna", explicó el funcionario.
En este sentido, advirtió que "si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos
bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras".
"En ausencia de medidas urgentes y coordinadas por parte de muchos interesados directos, el mundo está abocado a una era posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales", dijo Keiji Fukuda, subdirector general de la OMS para Seguridad Sanitaria.
La resistencia se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan como tratamiento para las infecciones.
"Los antibióticos eficaces han sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna", explicó el funcionario.
En este sentido, advirtió que "si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos
bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras".
"Si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención(...) el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras"
El informe, "Resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia", señala que la resistencia está afectando a muchos agentes infecciosos distintos, pero se centra en la resistencia a los antibióticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves: la septicemia, la diarrea, la neumonía, las infecciones urinarias o la gonorrea.
Los datos "son muy preocupantes y demuestran la existencia de resistencia a los antibióticos, especialmente a los utilizados como último recurso, en todas las regiones del mundo", alerta el informe.
Entre los principales hallazgos del informe se destaca "la resistencia a los antibióticos carbapenémicos, último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales por Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común) que se ha extendido a todas las regiones del mundo.
Además, la bacteria es una causa importante de infecciones en hospitales, como las neumonías, las septicemias o las infecciones de los recién nacidos y los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos.
"Esa resistencia hace que en algunos países los antibióticos carbapenémicos ya no sean eficaces en más de la mitad de las personas con estas infecciones", dice el informe.
La pesquisa también da cuenta de "la resistencia a las fluoroquinolonas, una de las clases de fármacos antibacterianos más utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias por Escherichia coli".
En los 80, cuando aparecieron estos fármacos, la resistencia a ellos era prácticamente inexistente. "Hoy hay países de muchas partes del mundo en los que este tratamiento es ineficaz en más de la mitad de los pacientes", informa la OMS.
En Austria, Australia, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, el Reino Unido, Sudáfrica y Suecia se confirmó el fracaso del tratamiento de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación, el último recurso terapéutico en estos casos.
Además, la OMS informa que "la resistencia a los antibióticos prolonga la duración de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte.
"Algunos países han tomado medidas importantes para solucionar el problema, pero es necesaria un mayor aporte de todos los países y todas las personas", convoca la OMS.
Otras medidas importantes consisten en la prevención de las infecciones mediante una mejor higiene, el acceso al agua potable, el control de las infecciones en los centros sanitarios y la vacunación, a fin de reducir la necesidad de antibióticos.
Según la OMS, las personas pueden contribuir "utilizando los antibióticos únicamente cuando los haya prescrito un médico; completando el tratamiento; no dándole sus antibióticos a otras personas ni usar los que les hayan sobrado de prescripciones anteriores".
En tanto, los profesionales sanitarios y los farmacéuticos pueden ayudar mejorando la prevención y el control de las infecciones y prescribiendo antibióticos solo cuando sean necesarios.
El informe, que también contiene información sobre la resistencia a fármacos para tratar otras infecciones, como el VIH/sida, el paludismo, la tuberculosis o la gripe, está basado en datos de 114 países y "ofrece el panorama más general que se ha obtenido hasta la fecha acerca de la farmacorresistencia", resume la OMS.
Los datos "son muy preocupantes y demuestran la existencia de resistencia a los antibióticos, especialmente a los utilizados como último recurso, en todas las regiones del mundo", alerta el informe.
Entre los principales hallazgos del informe se destaca "la resistencia a los antibióticos carbapenémicos, último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales por Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común) que se ha extendido a todas las regiones del mundo.
Además, la bacteria es una causa importante de infecciones en hospitales, como las neumonías, las septicemias o las infecciones de los recién nacidos y los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos.
"Esa resistencia hace que en algunos países los antibióticos carbapenémicos ya no sean eficaces en más de la mitad de las personas con estas infecciones", dice el informe.
La pesquisa también da cuenta de "la resistencia a las fluoroquinolonas, una de las clases de fármacos antibacterianos más utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias por Escherichia coli".
En los 80, cuando aparecieron estos fármacos, la resistencia a ellos era prácticamente inexistente. "Hoy hay países de muchas partes del mundo en los que este tratamiento es ineficaz en más de la mitad de los pacientes", informa la OMS.
En Austria, Australia, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, el Reino Unido, Sudáfrica y Suecia se confirmó el fracaso del tratamiento de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación, el último recurso terapéutico en estos casos.
Además, la OMS informa que "la resistencia a los antibióticos prolonga la duración de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte.
"Algunos países han tomado medidas importantes para solucionar el problema, pero es necesaria un mayor aporte de todos los países y todas las personas", convoca la OMS.
Otras medidas importantes consisten en la prevención de las infecciones mediante una mejor higiene, el acceso al agua potable, el control de las infecciones en los centros sanitarios y la vacunación, a fin de reducir la necesidad de antibióticos.
Según la OMS, las personas pueden contribuir "utilizando los antibióticos únicamente cuando los haya prescrito un médico; completando el tratamiento; no dándole sus antibióticos a otras personas ni usar los que les hayan sobrado de prescripciones anteriores".
En tanto, los profesionales sanitarios y los farmacéuticos pueden ayudar mejorando la prevención y el control de las infecciones y prescribiendo antibióticos solo cuando sean necesarios.
El informe, que también contiene información sobre la resistencia a fármacos para tratar otras infecciones, como el VIH/sida, el paludismo, la tuberculosis o la gripe, está basado en datos de 114 países y "ofrece el panorama más general que se ha obtenido hasta la fecha acerca de la farmacorresistencia", resume la OMS.
Fuente: Telán Agencia Nacional De Noticias
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